lunes, 30 de marzo de 2009

El 24-01-2004 quien os escribe y su esposa acordaron con la Sra. Yamina VICENTE, propietaria de la Agencia Agence du Segre, sita en Av. Porte de France, de Bourg-Madame, la compra de la finca sita en la localidad francesa de Angoustrine, 22 route des Pyrénées, a 8 kms. de Puigcerdá (Girona), firmando a posteriori contrato promesa de compra-venta con los propietarios, para realizar nuestro sueño, una casa de turismo rural con encanto, candor y esmerados detalles.
Dado nuestro desconocimiento en temas inmobiliarios, arquitectónicos, urbanísticos, y demás relacionados con la rehabilitación del inmueble en cuestión, solicitamos a la Sra. Yamina VICENTE información sobre posible/s arquitecto/s que nos pudiese/n asesorar, facilitándonos el contacto con el Arquitecto y Abogado, Sr. Bernard BANYULS, con domicilio en Perpignan, con el cual trataba desde hacía unos doce años.
Tras establecer contacto con el reseñado, habiéndole puesto en antecedentes de nuestro proyecto, la Sra. Vicente, depositaria de las llaves de la propiedad le facilitó al arquitecto en cuestión, el acceso a la casa para que pudiese tomar notas, medidas y demás que le pudiesen ser de interés para el correspondiente estudio, tras el cual nos envió vía e-mail un presupuesto estimado del coste total máximo de la rehabilitación (260.283 euros máximo, impuestos incluidos), así como de sus honorarios, siendo éstos 12.000 € para la obtención del permiso de construir y otros 12.000 € por la supervisión de los trabajos.
Aceptamos las condiciones del Sr. Banyuls, verbalmente que no mediante contrato, él jamás propuso firmar uno. Le entregamos unos bosquejos o esbozos de cada una de las plantas de la finca con las medidas aproximadas para que comenzase a trabajar en un anteproyecto coherente, de acuerdo a nuestra personalidad, necesidades y pretensiones. Con ese estudio tenía que realizar un metraje, el cual a su vez teníamos que entregar a diversas empresas de construcción, electricidad y lampistería para que a su vez realizasen los correspondientes presupuestos y cerrar acuerdos con los profesionales o industriales que por su relación calidad/precio ofreciesen mayores garantías. El tiempo transcurría sin recibir noticias del susodicho arquitecto, por lo que el 7 de Julio de 2004, decidimos sin previo aviso, personarnos en su domicilio en Perpignan para pedirle explicaciones ya que no entendíamos su tardanza. Ese día nos entregó los planos correspondientes al sector conocido como “pajar”. En los mismos se apreciaban claros errores como por ejemplo las medidas de fondo que eran de 2’13 metros y en el plano 5’60 metros, así como que en una altura de 0,30 centímetros del suelo al techo del altillo (mezanine), colocó un vestidor, una bañera y unos lavamanos. Al hacerle notar el error, manifestó no comprender su equivocación. A pesar de ello y como quiera que el tiempo acuciaba, pensando le serviría de motivación, se le entregó un primer talón por importe de 3.000 €, el cual cobró al igual que otros dos posteriores, también de 3.000 euros cada uno y a cuenta de la cantidad total de 24.000 euros. A pesar de reiterarle varias veces la necesidad de formalizar un contrato entre las partes, siempre se negó a facilitar ese documento, por lo cual creímos que el cobro por su parte de los tres talones, era suficiente vinculo contractual con el reseñado arquitecto. Los meses transcurrían sin recibir ni el metraje ni el anteproyecto, dando el Sr. Banyuls toda clase de excusas cuantas veces se le requirieron dichos documentos, jamás realizó, ni planos de planta, de alzada o cualquier otros que fuesen menester. Después de un año, llegado el invierno 2004/2005 ya no se pudo rehabilitar el tejado. En 2005 con la llegada del buen tiempo las empresas ya tenían otras obras concertadas. No obstante dado nuestro acuciante estado de necesidad no tan solo por haber contraído compromisos económicos con entidades bancarias para el desarrollo de nuestro proyecto y nuestros cada vez más limitados medios económicos, así como por los pagos societarios derivados de la creación de una sociedad para la explotación del negocio, comenzamos a realizar, ayudados por amigos, diversos trabajos en el interior de la casa, rebajamos suelos y picamos el yeso de las paredes de las diferentes plantas de la casa, dejando al descubierto las piedras que las constituían y limpiamos sus juntas con el fin de rejuntarlas posteriormente. También nos ayudó un albañil recomendado por unos vecinos catalanes que disfrutan de una segunda residencia cerca de nuestra finca. De este albañil llamado José LEMA RIBEIRO, del cual decían estaban muy satisfechos por su forma de trabajar, aplicándoles precios bastante razonables, nos dijeron a posteriori que a raíz de lo sucedido con nosotros, algunos de los trabajos que les había realizado sí les habían parecido caros y que sí efectivamente su comportamiento solía ser algo grosero. Lástima no nos advirtieron al principio. Tras contactar con el susodicho albañil establecimos un preacuerdo verbal y le pusimos en contacto con el arquitecto Sr. Banyuls. Este albañil, ayudado por su hijo Sebastián comenzó a colaborar con nosotros y nuestros amigos a rebajar los suelos de la planta baja de la casa y del establo. El 12 de octubre de 2005 tuvimos un encuentro en nuestra propiedad con el arquitecto Sr. Banyuls y el Sr. Lema Ribeiro. El arquitecto comenzó a cumplimentar de su puño y letra el impreso normalizado llamado “MARCHÉ DE TRAVAUX PRIVÉS” (Contrato de trabajos privados), manifestándonos tanto el arquitecto como el albañil que en el documento denominado “metraje” estaba todo incluido y que el precio total de la rehabilitación era de, impuestos incluidos, 162.899,60 €. Qué y como quiera que se acercaba el invierno del 2005/2006 y al parecer nos íbamos a quedar otro año sin poder rehabilitar los tejados por la desidia del arquitecto Sr. Banyuls, optamos optaron por tomar la iniciativa y en conversación con el Sr. Lema sabedor, también, de la acuciante necesidad de comenzar los trabajos de rehabilitación de los tejados, manifestó hablaría con un vecino suyo del domicilio particular de Bourg-Madame, trabajador de la empresa CANALCOBER rehabilitadora de cubiertas, para que a su vez su dueño contactase con nosotros. Así fue, se puso al habla con nosotros el Sr. Jaime DINARES ROCA, con él cual llegaron a un preacuerdo, ratificado mediante Contrato “MARCHÉ DE TRAVAUX PRIVÉS”, cumplimentado también de puño y letra por el Sr. Bernard Banyuls, cuyo original resta aún a día de hoy en su poder, no habiéndonos facilitado jamás la correspondiente ni a nosotros ni al reseñado Dinarés Roca. Éste dijo iniciaría los trabajos a finales de octubre de 2005 y los finalizaría el 30 de noviembre, facilitándosele no obstante como fecha de finalización el 15 de diciembre de 2005 con el ánimo de que se pudiese realizar un trabajo lo más perfecto posible, ya que se trataba se salvaguardar y recuperar el mayor número de metros cuadrados de pizarra antigua y aislar adecuadamente todas las cubiertas, como así lo hizo constar en su presupuesto. La perdida de pizarras antiguas fue del 63% cuando lo normal viene a ser entre un 20 y 25%, ello acreditaría que los empleados del Sr. Dinarés Roca, sin seguimiento alguno por parte del arquitecto, provocaron la destrucción de 182 metros cuadrados de pizarra y daños importantes al vecino Sr. Dejongh, desentendiéndose totalmente de los mismos, abandonaron la obra por incompetencia, debiendo realizar la mayor parte de la recolocación y aportación de nueva pizarra una segunda empresa, la cual finalizó los trabajos a mediados de febrero de 2006.El Sr. Banyuls argumentaba que no podía subir desde Perpignan para supervisar los trabajos en la medida que se había comprometido (dos veces por semana), ya que frecuentemente estaba aquejado de lumbalgias o resfriados. Creemos que su problema era la distancia que existe entre Perpignan y Angoustrine. Tan pronto como concluyeron los trabajos de rehabilitación del tejado, el Sr. José LEMA inició los de rehabilitación del interior de la casa, los cuales a la firma del contrato debían durar según él no más de un año y medio. En verano del 2006, observamos una excesiva lentitud en el avance de las obras, las cuales se venían realizando sin tener aún los correspondientes planos. Requerimos verbalmente en varias ocasiones al arquitecto para que nos entregase el contrato firmado con el albañil con el fin de hacerle cumplir los plazos establecidos. Solo trabajaba un albañil llamado José ESTABAN y el hijo del constructor como peón, ayudados alguna que otra vez por el propio Lema y otro albañil. El tal Lema permanecía escasos minutos en la obra y tras pegar algunos gritos menospreciando principalmente a su hijo Sebastián, se ausentaba de la misma con la excusa de ir a buscar algún material, ya no regresaba a la misma, eso sí diversos testigos le veían siempre en diversos bares de Puigcerdá, sirvan como ejemplo "Los Cazadores, L'estació; Bar Ramón o Quatre Camins". También comprobamos que la firma del contrato no era la del Sr. Lema, sino que habían hecho una firma que pretendía ser la de su hijo Sebastián, pero que no se le parecía en ninguno de sus trazos. Para más INRI el Sr. Banyuls argumentaba siempre al preguntársele por el permiso de obras que no hacía falta, y que con el permiso del tejado era más que suficiente. Ello motivó que en fecha 9 de Diciembre de 2006 el Ayuntamiento de Angoustrine, atosigado frecuentemente por el vecino Sr. Dejongh y por la falta de aportación de documentación por parte del arquitecto, solicitando el permiso de obras, por medio de la Gendarmería de Font-Romeu parasen la totalidad de las obras, debiendo prestar declaración quien os escribe respecto de estos hechos. Aporté la carta enviada por el Sr. Banyuls en la que insistía en que no era necesario el Permiso de Construir, asumiendo su manifestación de rescindir sus obligaciones, limitándose su trabajo única y exclusivamente a la obtención del mencionado Permiso. Cabe significar que el control que realizaba el Sr. Banyuls de la obra era principalmente telefónico, preguntándole por ese medio al albañil Sr. Lema si estaba en la misma, a lo que éste le contestaba siempre afirmativamente. Las reuniones que este arquitecto tuvo con el electricista Sr. François Bonilla y lampista Sr. Ángel Silvente Castañeda, también fueron esporádicas, tanto como que solo se vieron dos o tres veces. Las obras no avanzaban. El electricista inició algunos trabajos gracias a los esbozos de instalación eléctrica facilitados por nuestro consuegro Sr. APARICIO que no por el Sr. Banyuls.
Los planos erróneos que facilitó el Sr. Banyuls a la empresa SATEC para el metraje de lampistería y calefacción dieron resultados equívocos en relación al trabajo realizado realmente, provocando un elevado sobrecoste económico, al igual que el metraje realizado por dicho arquitecto para el albañil, en el mismo no tan solo faltaban diversas e importantes partidas sino que además y para simular el coste de la rehabilitación que había indicado verbalmente al principio, dobló y triplicó precios de colocación de pladur y repicar, sanear y rejuntar juntas de los muros de piedra, el pladur a 97 € metro cuadrado y la piedra a 90 € m2. El precio de mercado del pladur era entre los 30 y 35 € m2 según zona y la piedra a unos 30 € m2.
Aprovechamos que el susodicho albañil nos dijo que nos dejaría, cuando ya fuimos conscientes de que entre todos nos habían supuestamente estafado, unos 250.000 €. Nos pusimos a vivir en lo que hoy en día es nuestra vivienda a mediados de Junio de 2007, teníamos que hacer nuestras necesidades en una bolsa de plástico dentro de un cubo. También perdimos la posibilidad de ingresar por la afluencia de posibles clientes al no haber podido abrir en su momento el establecimiento al público, provocándonos además un grave desequilibrio económico con la posibilidad de pérdida del patrimonio hipotecado para llevar a efecto este proyecto en base al presupuesto inicial y tiempo establecido para la realización de los trabajos.
Además sabedores ya de esta importante presunta estafa, nuestros abogados nos dijeron inicialmente no habría problema alguno para demandar al arquitecto, percibiendo una provisión de fondos de 6.000 € para luego decirnos que no podrían defendernos en el Tribunal de Grande Instance en Perpignan, debiendo contratar los servicios de abogado de aquella localidad francesa y que posiblemente no ganaríamos ya que todos los citados anteriormente manifestaban que no se habían ido por su propia voluntad sino que los habíamos echado por haber encontrado industriales el doble más barato que ellos.
Gracias a los segundos albañiles, electricistas y lampistas, honestos en su trabajo y en sus precios, pudimos acabar nuestro proyecto y abrimos al público el 24 de marzo de 2008.
No os fieis de nadie, no tengáis prisas ni en construir ni en comprar ni en rehabilitar, pedir referencias de cuantas personas se tengan que involucrar o tengáis que contratar para vuestro proyecto, sobre todo que os faciliten el contacto con diversos clientes de todos ellos, preguntar en sus entornos, para que os acrediten si verdaderamente son buenos y honrados profesionales.
Por último deciros que todos los primeros industriales (arquitecto, albañil, electricista, etc. tienen al mismo abogado), el albañil aunque ciudadano franco-español con residencia en Bourg-Madame tiene como domicilio fiscal el particular de un amigo suyo en Puigcerdá.
¿Que pensaís de todo ello?. Si queréis más información, aunque creo ya os lo he dicho todo, no dudéis en escribirme. Tener mucho, muchísimo cuidado con quien o quienes os jugáis vuestros ahorros y vuestra ilusión. isidrocruet@hotmail.com

2 comentarios:

  1. es normal perder la pizarrea en un 50 o 60 %
    ya que al desmontar se pierde mucha pizarra y despues la que queda hay que repicar toda.
    y en total se pierde mucha.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar